Con L'Aurore du Tréfonds, Fabrice Blée produce y dirige su primer largometraje, un documental sobre el monje benedictino Henri Le Saux, también conocido por su nombre sánscrito, Abhishiktananda.
Conoció la existencia del monje bretón en 1990, al comienzo de mis estudios de teología, cuando un amigo le propuso Le passeur entre deux rives, de Marie-Madeleine Davy. Su interés por este personaje extraordinario se confirmó y profundizó durante sus trabajos sobre el Diálogo Interreligioso Monástico (DIM). Le Saux es uno de los pioneros de este singular movimiento contemplativo de diálogo interreligioso, junto a Thomas Merton, Bede Griffiths y Christian de Chergé.
Rodó las primeras imágenes de la película con motivo de su participación en el coloquio que conmemoró el centenario del nacimiento de Le Saux, celebrado en el ashram de Shantivanam (India) en enero de 2010. Este proyecto requirió tres visitas a la India y otras tantas a la abadía de Kergonan, en Bretaña, donde Le Saux vivió casi 20 años.
Partió tras las huellas de Dom Le Saux para descubrir su secreto, el secreto de la India que abrió las puertas al gran despertar. Entré en este universo sagrado donde el monje bretón encontró su vocación de pontifex, puente entre dos visiones y sensibilidades espirituales.
Conoció la existencia del monje bretón en 1990, al comienzo de mis estudios de teología, cuando un amigo le propuso Le passeur entre deux rives, de Marie-Madeleine Davy. Su interés por este personaje extraordinario se confirmó y profundizó durante sus trabajos sobre el Diálogo Interreligioso Monástico (DIM). Le Saux es uno de los pioneros de este singular movimiento contemplativo de diálogo interreligioso, junto a Thomas Merton, Bede Griffiths y Christian de Chergé.
Rodó las primeras imágenes de la película con motivo de su participación en el coloquio que conmemoró el centenario del nacimiento de Le Saux, celebrado en el ashram de Shantivanam (India) en enero de 2010. Este proyecto requirió tres visitas a la India y otras tantas a la abadía de Kergonan, en Bretaña, donde Le Saux vivió casi 20 años.
Partió tras las huellas de Dom Le Saux para descubrir su secreto, el secreto de la India que abrió las puertas al gran despertar. Entré en este universo sagrado donde el monje bretón encontró su vocación de pontifex, puente entre dos visiones y sensibilidades espirituales.