Nacido en Saint-Briac (Bretaña), Henri Le Saux (1910-1973) manifestó desde su adolescencia su deseo de ser sacerdote. Tras estudiar en el seminario de Rennes, ingresó en la abadía benedictina de Sainte-Anne de Kergonan en octubre de 1929 y fue ordenado sacerdote en diciembre de 1935. Destacado por sus cualidades intelectuales, fue sucesivamente bibliotecario y profesor de historia de la Iglesia y de patrística. Pero Le Saux estaba destinado a una tarea más exótica.
Recibió la llamada de la India a los 24 años y su mayor deseo era unirse a Jules Monchanin, sacerdote diocesano de Lyon que había ido en misión a la India en 1939 con la idea de vivir la India desde dentro para encarnar el cristianismo en los modos de vida y de oración propios de las culturas del subcontinente. A pesar de la negativa de su superior a permitirle abandonar el monasterio, Le Saux mantuvo la esperanza y se preparó para el momento tan esperado aprendiendo tamil. Finalmente, obtuvo permiso para partir hacia la India, adonde llegó el 15 de agosto de 1948. Poco sospechaba Le Saux que allí le esperaba una aventura extraordinaria y, a través de él, a toda la Iglesia.
Recibió la llamada de la India a los 24 años y su mayor deseo era unirse a Jules Monchanin, sacerdote diocesano de Lyon que había ido en misión a la India en 1939 con la idea de vivir la India desde dentro para encarnar el cristianismo en los modos de vida y de oración propios de las culturas del subcontinente. A pesar de la negativa de su superior a permitirle abandonar el monasterio, Le Saux mantuvo la esperanza y se preparó para el momento tan esperado aprendiendo tamil. Finalmente, obtuvo permiso para partir hacia la India, adonde llegó el 15 de agosto de 1948. Poco sospechaba Le Saux que allí le esperaba una aventura extraordinaria y, a través de él, a toda la Iglesia.